Telefónica -o lo que es lo mismo, Movistar- se ha dado cuenta (mejor tarde que nunca, por cierto), que almacena una ingente cantidad de datos "delicados", y por eso ha decidido no contratar una empresa, sino empezar "a lo grande" y lanzar toda una compañía, comprando "a golpe de talonario" (se lo pueden permitir, obviamente) la firma de Chema Alonso.
Puedes leer la noticia íntegra en Revista Móviles, no tiene desperdicio, aunque te recuerdo que, como buena nota de prensa que es, no escucharás nada nuevo.
El fichaje de este tipo de personas y emprendedores por parte de grandes corporaciones no es nada nuevo, lo malo es que una vez metidos en la burocracia de una enorme firma multinacional como es Telefónica, los papeles se pierden más habitualmente de lo que sería conveniente. Hay bastantes casos -no los mencionaré, son conocidos por todos- en donde la compañía se cree con derechos también a manosear resultados de auditorías, para que no queden en evidencia todos sus puntos negros (o conflictivos). A Chema le queda un enorme trabajo por delante, porque no es nada fácil lidiar con ese tipo de ejecutivos. Por de pronto, en la nota de prensa ya hablan de defenderse de inyección SQL... Empezamos bien.
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